Un momento de belleza: escuchar a un chico y una chica de 20 y pocos años con opiniones totalmente opuestas sobre un tema controvertido. Después de unos minutos intentando entenderse y casi al borde de la frustración, ella reconoce que algo la ha activado emocionalmente y dice que va a alejarse un momento para cuidarse internamente porque no quiere que el enfado domine la conversación. Se reencuentran horas después, ella expresa su dolor y por qué se ha activado. Él lo recibe con calma, lo entiende, reconoce que hay una parte defensiva en él y no quiere tampoco hablar desde ahí, se toma su tiempo para hablar desde el corazón y está abierto a dialogar. Nosotros nos damos cuenta de que la nueva generación tiene mucha más inteligencia emocional de la que creíamos posible (y sin duda más de la que tenemos nosotros ahora). Hay esperanza 💜
¡Hola Clau! ¡Qué bueno leerte de nuevo! Acabo de volver un poco más de lleno a la plataforma.Y mil enhorabuenas por tu canción, entiendo el estrés por el que habrás pasado en el pre-lanzamiento.
Quería compartir, como momento de paz y de belleza de esta semana: Aquí en Madrid hay mucho viento en estos días, y no sabes el gusto que me ha dado desayunar en la terraza con el calor y el viento dándome en la cara ✨🌼
Hubo una escena que me dio mucha ternura y siento que quedará grabada por muchos años en mi vida. Acabo de tomar vacaciones y en el último día estuve en Guanajuato (capital), luego de desayunar con mi prima y mi hermana me tocó cuidar de mi sobrino (de 6 años) mientras ellas iban a explorar algunas tiendas. Así que aproveché para ir a una cafetería que tenía ya guardada en mi lista de viaje.
Nos fuimos juntos caminando desde el Teatro Cervantes hasta el Museo de Diego Rivera, todo bajo una lluvia ligera a las 11am. Cruzamos por el Teatro Juárez, las escaleras de la Universidad y diversos callejones hasta nuestro destino en el que él se sentó a dibujar laberintos en mi libreta de journaling mientras yo leía un libro sobre yoga y tomaba mi café del día.
Esos momentos caminando mientras él se asombraba de los monumentos y colores de los edificios o mientras nos acompañamos sentados en nuestros momentos de inspiración, fueron la delicadeza de esta semana y sin duda un reflejo de la belleza que anhelo encontrar cada día.
Un momento de belleza: escuchar a un chico y una chica de 20 y pocos años con opiniones totalmente opuestas sobre un tema controvertido. Después de unos minutos intentando entenderse y casi al borde de la frustración, ella reconoce que algo la ha activado emocionalmente y dice que va a alejarse un momento para cuidarse internamente porque no quiere que el enfado domine la conversación. Se reencuentran horas después, ella expresa su dolor y por qué se ha activado. Él lo recibe con calma, lo entiende, reconoce que hay una parte defensiva en él y no quiere tampoco hablar desde ahí, se toma su tiempo para hablar desde el corazón y está abierto a dialogar. Nosotros nos damos cuenta de que la nueva generación tiene mucha más inteligencia emocional de la que creíamos posible (y sin duda más de la que tenemos nosotros ahora). Hay esperanza 💜
Hay tanta gentileza y belleza en ese momento, gracias por compartir!!!!!
¡Hola Clau! ¡Qué bueno leerte de nuevo! Acabo de volver un poco más de lleno a la plataforma.Y mil enhorabuenas por tu canción, entiendo el estrés por el que habrás pasado en el pre-lanzamiento.
Quería compartir, como momento de paz y de belleza de esta semana: Aquí en Madrid hay mucho viento en estos días, y no sabes el gusto que me ha dado desayunar en la terraza con el calor y el viento dándome en la cara ✨🌼
Hola Isabel!!!
Que bueno tenerte de vuelta y que hermoso que has estado re direccionando tantas cosas!
Gracias por compartir, que belleza!!! 🤍🤍🤍💕💕💕
Hubo una escena que me dio mucha ternura y siento que quedará grabada por muchos años en mi vida. Acabo de tomar vacaciones y en el último día estuve en Guanajuato (capital), luego de desayunar con mi prima y mi hermana me tocó cuidar de mi sobrino (de 6 años) mientras ellas iban a explorar algunas tiendas. Así que aproveché para ir a una cafetería que tenía ya guardada en mi lista de viaje.
Nos fuimos juntos caminando desde el Teatro Cervantes hasta el Museo de Diego Rivera, todo bajo una lluvia ligera a las 11am. Cruzamos por el Teatro Juárez, las escaleras de la Universidad y diversos callejones hasta nuestro destino en el que él se sentó a dibujar laberintos en mi libreta de journaling mientras yo leía un libro sobre yoga y tomaba mi café del día.
Esos momentos caminando mientras él se asombraba de los monumentos y colores de los edificios o mientras nos acompañamos sentados en nuestros momentos de inspiración, fueron la delicadeza de esta semana y sin duda un reflejo de la belleza que anhelo encontrar cada día.