Qué hermoso eso de florecer a nuestro propio ritmo. No es rápido ni es lento, es nuestro.
Y qué retador resulta a veces encontrarlo y sentarse en él. Puedo afirmar que esa ha sido en gran parte la fuente del sufrimiento que he experimentado; no haber respetado mis ritmos, no por desamor si no por la ignorancia acerca de su existencia.
Qué hermoso eso de florecer a nuestro propio ritmo. No es rápido ni es lento, es nuestro.
Y qué retador resulta a veces encontrarlo y sentarse en él. Puedo afirmar que esa ha sido en gran parte la fuente del sufrimiento que he experimentado; no haber respetado mis ritmos, no por desamor si no por la ignorancia acerca de su existencia.
Joven y sabia, Clau♥️
es pate de ser uno con uno