Con gratitud y gentileza, cierro la puerta de mi habitación.
Apago el celular.
Saco del buró que está al lado de mi cama un mist de lavanda, me pongo un aceite esencial en las sienes, en esa parte donde se guarda mucha tensión, enciendo una vela con aroma a manzana, pongo música gentil con vibraciones para poder limpiar la energía.
Tomo una respiración y comienzo a escribir.
Así que te doy la bienvenida hoy.
La bienvenida a este espacio donde no hay prisa, donde tu y yo podemos respirar lento y recordamos lo que verdaderamente importa:
La calidad de presencia con la que vivimos la vida.
Cuando hacemos algo lento, la vida sigue nuestro ritmo. Nosotros tenemos el control de la prisa y la pausa.
Mi intención es enviar escritos los Jueves y Domingos. Como en las últimas semanas. Pero cuando la vida se encarga en desembocar un manantial de lecciones, experiencias y regalos, tardo un poco más en absorber, debo honrar el darme el espacio de contemplar.
Así que ese es mi compromiso.
Jueves y Domingos.
Pero cuando no, es porque hay mucho pasando y la calidad de presencia que este compromiso requiere aún necesita afinarse, y no te preocupes que tarde o temprano lo compartiré contigo, con todo mi amor y presencia.
Siento que Enero me ha abrumado en gozo, intensidad y amor.
Doy mis primeros pasos en Febrero disfrutando de las semillas que están dando frutos sorpresa y me siento verdaderamente agradecida.
Una de las cosas que me hace sentir tan plena, es que volví a cantar en vivo, volví a ponerme bajo los reflectores frente a la intimidante presencia de un público.
En este caso, fue un concurso. Un hermoso concurso que se siente como el escenario para conocer el talento de mi ciudad, no como competencia que viene desde la carencia y la prepotencia.
Llevaba tanto tiempo evitando concursos por heridas pasadas, pero llevaba aún más tiempo cultivando mi arte con honestidad, entrega y disciplina, así que solté el apego al resultado, me enfoqué en mi amor por cantar, me enfoqué en compartir, no competir y ahora estoy en la final, después de 4 eliminatorias, más de 500 concursantes, ahí estoy, en el top 10.
Sin duda, todo ocurre cuando estamos preparados para que ocurra.
Me siento tan satisfecha de haber puesto mi corazón, esfuerzo y amor en cada nota, en cada canción.
Me siento satisfecha de haberme visto a los ojos y haberme dicho: Tienes permiso de brillar, tienes permiso de tomar tu espacio.
Me siento satisfecha de haber saludado a quien me hirió en el pasado con la frente en alto.
Me siento satisfecha de haber organizado mis días a mi favor.
Me siento satisfecha de haber hecho trámites en el SAT con gracia y presencia.
Me siento satisfecha de haber tenido juntas en donde puse mis sueños en la mesa con valentía para pedir y recibir ayuda.
Me siento satisfecha de haber estado con mis amigas cuando pasaron momentos y pérdidas significativas.
Me siento satisfecha de los avances de mis alumnos en las clases de música.
Me siento satisfecha de ver que mi voz en substack está esparciéndose, porque pongo toda mi energía y todo mi amor en este proyecto.
Me siento satisfecha de abrir mi corazón.
Me siento satisfecha de mantener un corazón suave.
Me siento satisfecha de ir manejando y descansar mi vista en el cielo que parece algodón de azúcar, viendo a los pájaros volar y escuchando mis nuevas canciones favoritas del mes.
Tengo ilusión de leer tu respuesta.
¿Qué te hace sentir satisfecho y lleno de orgullo?
Vivir respetando a tu propio ser, siendo tú mismo trae una sensación de satisfacción y gozo.
Así, siguiendo lo que nos hace felices, iluminamos con gracia al mundo y en vez de cultivar la prisa y estrés, creamos paz y libertad.
“El hecho de ser yo mismo me permite que la totalidad de mi magnificencia única me impulse en las direcciones que son más beneficiosas para mi y para los demás.” Anita Moorjani.
Dónde te vemos Clau? Wow qué bonito!! Brillas y muy muy bonito!! Gracias por inspirarnos a brillar tmbn 🩵
Wow. Clau. Demasiadas felicidades por pasar esas eliminatorias...es tan cierto lo que dices...cuando lo que hacemos nos sale del corazón, poco importa cual es el resultado. Me ha llevado tiempo llegar a ese discernimiento...
Te aplaudo por haber vuelto a subir al escenario. Y te aplaudo por practicar todo lo que dices y sugieres en tu newsletter. Ese cuidarnos y ese ir lento (o a nuestro ritmo).
Me alegro demasiado por ti!!!!
Un abrazo