Llegué a Ciudad de México, a un “solo trip” de 3 días. En estos 3 días se ha ido tejiendo esta carta en mi corazón.
Aún así, no me ha sido fácil rendirme al flujo creativo. Hay tanto que me importa, hay tanto que se está desvaneciendo poco a poco, como hielos en el mar.
En lo que va del 2024 he tenido mágica compañía en cada viaje y aunque me siento reconfortada y apoyada al tener compañía, pasar estos días sola, ha sido restaurador.
Ese es el mensaje que quiero traerte el día de hoy. Es necesario pasar tiempo de calidad con nosotros mismos. En soledad, en quietud.
He platicado con muchas personas que me han dicho que pasar tiempo solos les aterra o que lo hacen con la certeza que inmediatamente después serán acompañados. Yo pienso que compartir la energía de unión es un regalo, pero poder pasar tiempo de calidad en solitud es sinónimo de libertad. Porque desde ahí, conoces lo que te gusta, lo que no te gusta, lo que quieres y lo que no quieres REALMENTE. Puedes ver con perspectiva la calidad de las relaciones que tienes en tu vida, puedes hacer el espacio para escuchar tu verdadera voz.
Y lo escribo así, con facilidad porque tuve que pasar días y horas de incomodidad para poder llegar a estas afirmaciones, a esta paz con mi propia compañía.
En estos días, me he encontrado con preguntas que hace tiempo no respondía. Me he dado cuenta que he estado cambiando más rápido de lo que yo creía. Así que con curiosidad, la mano en el corazón y con toda la compasión del mundo, me senté en un restaurante de Roma Norte, pedí una sopa de verduras para honrar el clima otoñal y me di el espacio para tener una junta ejecutiva conmigo misma. Así como tenemos juntas ejecutivas con nuestros socios, jefes, en nuestro trabajo o proyectos, es necesario tener JUNTAS EJECUTIVAS CON NOSOTROS MISMOS.
Cuando no hay otra persona que esté diciendo que hacer, lo que está bien, lo que está mal… hay sensaciones en el cuerpo guiándote, una intuición que susurra, hay un “hum” que es tu esencia, tu verdadera voz.
Cuando te quedas el tiempo suficiente desnudándote en honestidad, encuentras una suavidad, un amor, una ternura que es hermosa, pero no es nada fácil llegar a tocarla porque pide caminar el puente de la vulnerabilidad.
Pasar tiempo con uno tiene el mismo efecto que cuando tenemos a nuestro cuidado a un niño, una mascota o un ser querido. Quieres cuidarlo y darle la ternura porque lo ves con un corazón inocente y lleno de sueños. Quieres que ese ser esté bien. Es por eso que al estar conmigo quiero elegir lo que es mejor para mi, no desde un estado de insuficiencia, sino desde un amor incondicional. Ahí es cuando me doy cuenta que yo quiero ser lenta y suave. Pero las elecciones suaves no son fáciles.
Las elecciones que te acercan a una “mejor versión” de ti, son suaves, pero no son fáciles.
Por ejemplo:
Elegir alimentos nutritivos y comer lentamente.
o
Hablarte bonito frente al espejo y decir “Te amo, eres suficiente” y creértelo.
o
tener compasión y perdón instantáneo después de que te hayas equivocado en vez de decirte “tonta o mensa o p%^deja”
o
Elegir escribir o pasar tiempo con tu creatividad.
Son decisiones suaves, pero no fáciles.
Me di cuenta que necesitaba este espacio de solitud porque al llegar al hotel, abrí la regadera para darme un baño e inmediatamente, me empecé a derretir en creatividad y certezas. Comencé a componer canciones y a encontrar verdades que no creí que tuviera ahí guardadas. Comencé a observar las 3 creencias limitantes que tengo acerca del amor, trabajo y dinero con las que he estado comunicándome.
Me di cuenta que hay algunas cosas que digo que “no quiero” o que “no me interesa” solo porque tengo miedo a la vulnerabilidad que eso conlleva.
Necesitaba el espacio para permitirme ser vulnerable sin tener que cuidar de una imagen “linda”, sin tener que dar explicaciones que otras personas no entienden, solo yo.
Encontré a mi corazón llorando en silencio diciendo:
“tal vez si quiero más, aunque esté feliz con lo que hoy tengo, tal vez si quiero eso que me hace sentir el corazón despierto…”
A veces al marchar al paso de los demás, me siento apresurada, al pasar unos días e incluso unos minutos conmigo me doy cuenta que es posible ir a mi ritmo.
Por eso para mí, meditar y escribir, son las maneras en las que me encuentro.
“Para estar sanos debemos ser sinceros con nuestra vulnerabilidad” - John O’Donohue.
➳Deseo que esta semana elijas de vez en cuando la soledad y no la evadas con la realidad digital.
➳Deseo que te atrevas a preguntarte “¿Qué necesito realmente?”
➳Deseo que te atrevas a quedarte un rato en ese silencio para que veas que es lo que REALMENTE necesitas.
➳Deseo que recuerdes que tienes el poder de permitir que la calidad de tu vida tenga silencios de calidad y conversaciones de calidad, no solo de las que roban tu energía.
➳Deseo que permitas que el miedo y el juicio se disuelva en compasión así como el hielo se desvanece en el mar.
Love
Clau ♡
Pasar tiempo a solas, en silencio y sin distracciones para muchas personas es algo aterrador. Me pillas justo leyendo un libro sobre la adicción, del Dr Gabor Maté, en el que describe cómo el vacío interior y las emociones aflictivas se apoderan de nosotros y nos empujan a comportamientos adictivos que pueden ir desde lo más extremo, como el consumo abusivo de drogas, hasta cosas aparentemente inocuas (mirar el móvil) o incluso bien vistas por la sociedad (workaholismo, vigorexia) pero que estamos utilizando para tapar el dolor. Ese dolor que emerge en la soledad, con la ansiedad, el estrés, la depresión.
Suscribo todos tus deseos, Clau. Que cada vez nos atrevamos a acercarnos un poquito más a nosotros mismos y sostener ese vacío que puede aparecer en los momentos de soledad. Ese vacío que, si lo atravesamos, saldremos renovados y limpios. Cuidar de esas partes de nosotras angustiadas y darles el amor que quizá no recibieron en la infancia, convirtiéndonos en nuestro propio referente de amor y autoestima.
Un abrazo y gracias por tu suavidad, siempre 🙏🙏💜