Tener el hábito de la escritura diaria es una de las maneras de tener higiene personal.
Tomarme el tiempo extra para pulir mi práctica en este espacio me ha abierto a infinitas posibilidades.
El libro que estoy leyendo ahora, fue recomendado por Tess Guinery una de mis escritoras favoritas aquí en Substack
Leer a John O’Donohue con lentitud y presencia está provocando una metamorfosis en mi ecosistema interno.
Él hace una oración hermosa a cerca de la escritura:
“Debajo de esa página blanca, en la quietud, aguarda una cosecha de posibilidades intactas”
Y vaya que si…
¿Recuerdas que hace un mes escribí la carta a Toronto?
Pues hoy me encuentro aquí, en Toronto.
Hace un mes yo no tenía ni una pista que mi segunda carta de Diciembre la estaría escribiendo en un lugar acogedor viendo la CN tower.
Antes de escribir esa carta a Toronto, me resistía a enfrentarme a esa página en blanco que tenía dedicatoria a esta gran ciudad.
Atravesé la incomodidad y me di cuenta que sentía un anhelo por volver.
No por mucho tiempo, solo quería nadar un rato en la energía de la ciudad y en vez de resistirme al frío, dejarme abrazar por él y envolverme en los regalos que esta temporada tiene para mi.
Llevo un par de días aquí y me he dado cuenta que no hay mucho “nuevo” en la ciudad. Pareciera que cuando me fui pusieron pausa y al volver pusieron play. Encuentro belleza en eso.
Me parece bello que siento que la ciudad NO ha cambiado.Pero vaya que YO cambié.
Tal vez la ciudad no tiene “nada nuevo”, pero yo me siento toooda nueva, los ojos con los que veo, los ojos del alma; son nuevos.
El libro que estoy leyendo dice.
“When our eyes are graced with wonder, the world reveals its wonders to us”.
“Cuando nuestros ojos están llenos de asombro, el mundo nos revela sus maravillas.”
Creo que cada uno de nosotros tiene la responsabilidad de escoger los ojos con los que elige ver la vida.
Yo me siento tan orgullosa de no ser la misma de cuando me fui, me agradezco a mi misma por permitirme crecer, evolucionar y cambiar.
La manera de cambiar con integridad es siendo responsable de ti.
Pienso que la raíz para cultivar la responsabilidad es pasar tiempo con uno mismo.
¿Cuántas horas o minutos a la semana pasas contigo mismo sin hablarte feo o dándote órdenes o distrayéndote con contenido en redes sociales?
Cuantas veces a la semana te preguntas:
¿Qué necesito en este momento? ¿Qué es lo que realmente quiero?
Las prácticas de la escritura, meditación, yoga, ir a tomar un café contigo mismo y cultivar la quietud son puertas mágicas que abren el cuarto de la verdad interna y aunque al principio puede ser incómodo enfrentarnos a nuestras verdades, poco a poco vamos cayéndonos bien a nosotros mismos realmente y podemos cambiar, crecer hacia el lado positivo, siempre tomados de nuestra mano.
En este viaje he estado bailando entre dejarme envolver por el hermoso caos de la ciudad y luego volver a mi hogar interno para cuidar de mi y anclarme suavemente.
¡Que bien se siente saber que puedo contar conmigo misma!
Platícame, ¿Qué harás tu esta semana para sentirte bien contigo misma/mismo?
Quiero compartir en cartas y podcasts futuros pero cercanos más a cerca de los insights (las perspectivas y aprendizajes) de mi viaje que y un poco más de el hermoso libro que me acompaña en esta temporada y que me esta dando la suave bienvenida a mi metamorfosis.
Gracias por estar aquí y por suavizar tu corazón conmigo.
Love
Clau ♡
Gracias por compartir tu experiencia en Toronto...volvemos, pero ya no somos los mismos. La magia de volver a los lugares de siempre para observar esa expansión y crecimiento...
Esta semana....para mi está volver al cardio - a correr en las mañanas. Fue mi práctica durante años y la dejé olvidada...quiero recuperarla. Le hace bien a mi cuerpo y mente...