Otra vez lloré en Yoga.

“Si te caes, te tomas de la mano y te levantas”

Escribo y envío esta carta de noche porque me siento abrazada y protegida por la luna que me susurra que necesito escribir, compartir mi voz.

No la puedo ignorar. La luna siempre sabe cuales son mis necesidades.

Hoy no iba a enviar carta aunque tengo una lista larga de piezas que quiero escribir y compartir contigo, pero hoy esos temas no se sienten auténticos .

Así que iba a tomar una pausa para volver cuando mis palabras vinieran de un lugar energético más alineado y cumpliera los altos estándares y expectativas que tengo conmigo misma. Le conté a mi papá del porque no iba a mandar carta hoy y me dijo: “escribe de eso, hay personas que quieren leerte”.

La luna me dijo “Tu papá tiene razón, si te fijas no siempre estoy brillando en totalidad. Aún así me presento, aún así soy auténtica, aún así sonrío reconociendo mi belleza…aún así soy suficiente.
Dios, la luna, el sol y mi madre saben que han sido días en los que la fragilidad emocional y la pesadez en mi cuerpo han ocupado exageradamente mi ser. He aprendido que ser “excesivamente gentil con uno mismo” se ve diferente cada día.

Para mí, la gentileza es presentarme más allá de la motivación a todo lo que es un bien más profundo

Hoy quiero compartir contigo un mensaje profundo y breve. Un momento que fue Key Change para profundizar mi estado de gratitud.

Ayer, mientras hacía mi práctica de Yoga y estábamos a punto de entrar a una postura de equilibrio en la que existe la posibilidad de caerse, la maestra dijo con voz extremadamente suave:

“Si te caes, te tomas de la mano y te levantas”

Sostuve la pose, pero las lágrimas cayeron.

No es la primera vez que pasa, creo que mi tapete de yoga ha visto caer más lágrimas de asombro que de sudor.

La postura que estaba haciendo mis lagrimas bailaban por mi rostro. Artist: Leith Huber

Y es que si algo he hecho estos días, ha sido levantarme y descubrir un umbral nuevo de amor propio.

Solo YO sé las veces que me he tenido que levantar a lo largo de mi vida y en especial estos últimos días.

En mi caso, no ha llegado el ángel celestial, el príncipe, el hombre, ni el hada madrina a darme un beso en la frente, levantarme del suelo y salvarme.

Ha sido mi luz interior, mi diálogo interno, mi devoción, mi disciplina y mi obsesión por la vida y su belleza lo que me ha hecho sonreír, aún cuando levantar la orilla de mis labios pesa más que levantar mancuernas en el gimnasio.

𓁺Me siento agradecida conmigo misma por levantarme sin prisa ni regaños, por hablarme a mi misma con más amor y compasión cada vez.

𓁺Me siento agradecida conmigo misma por no abandonarme solo por equivocarme.

𓁺Me siento agradecida conmigo misma por no dejar en “visto” mis necesidades de descanso y nutrición.

𓁺Me siento agradecida conmigo misma por ponerle un curita a mi corazón y seguir adelante con fe, ilusión, apertura y suavidad aún cuando tengo muchos motivos para habitar la decepción.

𓁺Me siento agradecida por sonreírle a las caídas y mientras estoy en el suelo restaurando, hacer un plan lleno de sueños para volver de pie más inspirada.

𓁺Me siento agradecida conmigo misma por pedir ayuda cuando no tengo la fuerza y reconocer que aunque yo me levanto, tengo una red de apoyo que está ahí incondicionalmente.

Todos los días desenrollo el “mat” de yoga para presentarme a mi práctica con disciplina así como todos los días me presento a la vida con devoción incluso cuando no hay motivación.

Hoy quiero recordarte que…

muchas veces, con nuestros hábitos y decisiones diarias nos podemos quedar en el suelo y en vez de levantarnos a seguir cultivando el jardín de nuestros sueños; nos quedamos ahí tirados marchitándonos junto con el ecosistema.

Muchas veces nos juzgamos, insultamos y regañamos por caernos olvidándonos de la compasión y gentileza que debemos practicar y es que SI importa la voz con la que te hablas, SI importa cómo es tu diálogo interno.

Muchas veces es más fácil victimizarnos y esperar a que la “señal” o la “persona” nos levante cuando nos caemos.

Déjame te digo algo.

TÚ eres la señal, TÚ eres la persona.

QUÉ LIBERADOR.

Qué responsabilidad.

Mi invitación es a que con mucho amor, si nos caemos, nos tomemos de la mano y gentilmente nos levantemos, poniéndonos un curita en el corazón, sonriendo tiernamente y sigamos cultivando el jardín de nuestros sueños mientras podamos.

Love,

Clau ♡