Hace un tiempo hice un podcast hablando de el “Síndrome de la niña buena”
Puedes escucharlo aquí.
Es un tema que quiero traer a este espacio, es algo que he estado revisitando en experiencias recientes.
Afortunadamente…
Desde otro lugar.
Con más conciencia.
Con auto respeto.
Muchas mujeres crecimos con la idea de que “calladitas nos vemos mas bonitas”, por consiguiente, es muy común que experimentemos este Síndrome.
Mi historia resumida es:
Por miedo de no agradarle a los demás, me daba miedo exponer lo que yo quería, le daba tanto peso a la opinión de los demás que no reconocía mi propia voz, la propia voz de mis deseos, no afrontaba a las personas cuando algo me parecía injusto, solo por evitar conflictos.
Creía que eso me hacía “buena”.
Pero me di cuenta que por querer ser la MÁS buena con los demás.
Estaba olvidándome de ser yo.
Estaba siendo “mala” conmigo.
Estas son algunas características de las personas que tenemos este síndrome:
1. Creer que por ser complaciente te querrán más.
2. Sentir incomodidad al decir 'no'
3. El miedo extremo de decepcionar a los demás
4.Sentir ansiedad al exponer lo que yo quiero.
5. Sentir que tu valor depende de lo que otros opinen.
6.Evitar conflictos.
Me atrevo a levantar la mano en cada uno de los puntos anteriores.
Como cualquier enfermedad, a veces tomas medicina, te curas y después de unos meses, vuelves a captar el virus y vuelves a enfermar o quizá solo tienes un síntoma.
Así que yo, con todo el trabajo interior que he hecho, no soy inmune a este síndrome.
De lo que estoy orgullosa es de que cada vez, es más fácil saber qué medicina tomar. Es más fácil escuchar, afrontar.
Aquí hay algunas de las semillas que si riegas constantemente, serán la medicina para curar este síndrome.
⭐︎Ten conciencia de que no eres para todos.
⭐︎Te puedes equivocar y sentir enojo, está bien
⭐︎Comunica tus necesidades
Este primer punto es lo que más me he estado recordando últimamente
“No soy para todos”
Afortunadamente, las personas para las que SI soy, son personas llenas de amor, que establecen sus propios límites y respetan los míos. Son personas que me valoran y nutren mi brillo. Si existen. Yo las he visto.
Esas personas que son suaves, que dicen verdades con miel .
Aquí algunas herramientas poéticas que escribí, que puedes guardar en tu corazón, en tu caja de herramientas para cuando te encuentres en el mar de este síndrome de “la niña buena” .
🔨Esta pequeña frase:
“Perdona que te “incomode”.
Pero yo ya no estoy cómoda incomodando a mi propio ser para que no te sientas incómodo(a).”
-CQF
🔨Toma estos pequeños consejos que dicen grandes verdades:
▷Poner límites va a incomodar a los demás
▷Permitirte ser más suave va a incomodar a los demás.
▷Abrirte a tu sensibilidad va a incomodar a los demás.
➵Va a incomodar a las personas que tienen capas.
➵Va a incomodar a las personas que se benefician de tu falta de límites.
Me he dado cuenta de que:
Mi energía es demasiado sagrada y mi tiempo demasiado limitado como para ser “tolerante”.
Pondré límites desde un inicio. Con el corazón, con amabilidad y suavidad.
Pero para tomar MI espacio y ser “MÁS yo que nunca” requiere de dejar de darle espacio y energía a lo que no me suma.
Pero es un reto constante.
Honestamente, últimamente me he encontrado pensando mucho en lo que los demás opinen de mi.
De hecho grabé un nuevo podcast, que puedes escuchar aquí
En el que hablo de esto y traigo soluciones y llaves de libertad.
Recuerda que: Siempre tienes la posibilidad de escoger expresarte, moverte y hacer las cosas con libertad por y para ti
Love,
Clau ♡