En mi primera semana con 22 años hice todo lo que más amo en la vida.
New York siempre me recarga el alma y el corazón de vitalidad, libertad y creatividad. Tuve a la mejor compañera de viaje, y tuve la dicha de convivir con personas nuevas e inspiradoras.
Eso sí, mi cuerpo llegó descargado.
La mayor parte del viaje dormí super bien, pero el último par de días, dormí un par de horas.
Algo que hago cada que regreso de un viaje es arrancar con todo mis rutinas, ya sea de ejercicio, trabajo, organización, etc.
Esta vez, un resfriado anda de huésped en mi cuerpo, por lo tanto me obliga a ir más lento en todo.
Aunque no es lindo no sentirse con full capacidad de hacerlo todo y ser super woman; agradezco que el cuerpo me haya parado, para sentir y traer todo lo que escribo aquí, a cerca de la pausa, la presencia y gentileza.
Hay una frase que dice: “si no paras, el cuerpo te para”.
Porque el cuerpo es la brújula del bienestar en cada área de nuestra vida.
Y como ya es mi costumbre regresar con disciplina a mis compromisos, ahora mi cuerpo me envió muchas señales para poder parar.
Esta vez, siento que este nuevo ciclo que empezó desde mi cumpleaños, me está pidiendo realmente soltar lo que tanto he querido soltar e incorporar lo que tanto he querido incorporar a mi vida, lo siento en cada célula.
Por segunda vez,no siento ansiedad de no cumplir todos mis “To do’s”,
Por segunda vez, no siento la presión que mis expectativas y el mundo digital pone sobre mi, apachurrando el pecho.
Digo “por segunda vez” porque llevo ya un tiempo que comencé a trabajar en soltar esa presión externa y lo he ido logrando poquito a poquito, pero ahora fue más fácil, fue más fácil parar y escuchar para darme el cuidado que merezco y necesito ahora.
Algunos días, lo mejor que puedo hacer por mi, es despertarme a las 5 am a correr, y días como hoy, lo mejor que puedo hacer es darme el permiso de mover mi cuerpo más lento, sin llevar a mi cuerpo ni a los latidos de mi corazón al límite.
Mientras regreso suavemente a organizar agendas y estoy soltando física y emocionalmente lo que no me sirve para dar espacio a lo que sí.
Dejando espacio para que la ⛯luz⛯ entre.
Me siento orgullosa de fortalecer mi capacidad de ser suave conmigo misma.
La invitación en este Key Change (cambio clave) es a que le preguntes a tu cuerpo.
▷¿Cómo te sientes físicamente?
▷¿Cómo te sientes emocionalmente?
▷¿Qué puedo hacer hoy para honrar esa sensación?
Recuerda que cuando primero riegas tu raíz, eres capaz de florecer y servir a los demás.
Te dejo con esta pieza de poesía que acaba de nacer de mi, reconociendo con gracia y enmarcando este logro interno para mi que es el soltar la exigencia, soltar por un momento el miedo al futuro pues la vida pasa y todo es temporal, seguramente volveré a estar del lado en el que la ansiedad visita y necesitaré recordar esto.
Envuelvo con delicadeza mis pies en una nube.
La esencia del eucalipto abre un portal entre mis sentidos con la presencia.
Por primera vez, solté la exigencia.
Por segunda vez, abracé mi cuerpo con paciencia
Estoy en la búsqueda de alargar cada segundo
Indagando en cada sorbo de té,
Suavizando mis ojos al encontrar la mirada de mi compañía.
Previamente el tic tac mi reloj tenía un corto circuito cuando intentaba igualarlo al reloj de alguien más.
Ansiedad en cada rincón.
Carecía de las herramientas para lidiar con semejante explosión.
Hoy,
no me mantengo a kilómetros de las manecillas externas,
simplemente permito que mi tic tac y el de la persona de enfrente,
bailen a su propio ritmo,
suenen en armonía, o en disonancia.
Simplemente mi cuerpo se sumergió al momento presente,
descubrí la respiración de mi propio reloj.
Es flexible.
Es pesado.
Es el ancla.
Es mi ancla.
-CQF
Love,
Clau ♡