“Llevas años criticándote y no ha funcionado.
Intenta aprobarte a ti mismo y mira qué pasa.”
-Louise Hay.
Leí esta frase hoy por la mañana y algo se movió. Una capa más de vulnerabilidad fue descubierta.
Otoño se ha encargado de hacer lo suyo en mi vida. Me ha pedido gentil y no tan gentilmente soltar, sentir, moverme, cambiar y ajustarme. Yo no me he resistido, pero vaya que me he cansado.
“You'll have to let go, as many times as you need”
“Vas a tener que dejar ir, soltar las veces que sea necesario” Decía mi maestra de Alexander Technique cada clase.
Ahora esa frase y esa voz llegan a mi como un susurro en el silencio. En este mes, he tenido que volver al presente una y otra… y otra vez para soltar lo innecesario y sostener lo que me pide ser sostenido.
Volviendo a la primera frase que compartí, escrita por el ángel que caminó por 90 años en la tierra, Louise Hay, me hace voltear a ver las heridas, los diálogos llenos de autocrítica que tengo conmigo misma, me piden ser desprendidos para permitir que la relación conmigo misma sea más dulce.
Como árbol en otoño, necesito desprenderme de las hojas que no me nutren, de lo que no me llena de vida, a veces duele porque queda piel viva sintiendo con intensidad. Hay belleza en ese proceso. Este otoño ha sido el otoño más otoñal de mi vida.
Como seres humanos y artistas que somos (porque todos somos artistas) necesitamos apoyarnos.
Cuando le conté a una maestra muy querida del proceso que estaba viviendo al compartir mi música y las aventuras al ir de promoción, ella me dijo: En esos momentos de transición y en cada parte del proceso, debes asistir a la práctica y confiar en las técnicas que has ido adquiriendo estos años. La práctica del cuidado propio. Me dijo, “la culpa que a veces se siente al ir más lento y darnos el amor que necesitamos, es normal, pero es ahí cuando dulcemente recuerdas que es importante y productivo cuidar de ti.”
Una de las maneras en las que me demuestro amor, es leyendo.
Hace unas semanas compartí que estaba leyendo este libro de
Lo terminé hace unos días, no lo quería terminar y a la vez lo quería seguir leyendo sin parar porque la manera en la que me sentía cada que abría ese libro llegaba calma a mi cuerpo, una sonrisa en mi rostro que estaba conectada con la ternura de mi corazón.
Es un libro al cual voy a volver una y otra vez para llevarlo a mi práctica de escritura al dejarme guiar por sus “Prompts” y dejar que el azar me de lo que necesito recordar al abrir el libro y dejar que mis ojos aterricen en lo que he subrayado o en una oración random.
Te comparto estas frases de “Slowing” que resuenan conmigo en esta temporada de mi vida.
“¿Qué va a cambiar? No hay una respuesta segura. Sólo queda dejar caer las hojas, que el polvo se asiente y que los días se desarrollen.”
“Envuelvo mis brazos alrededor de mi cuerpo para recordarme que debo agarrarme fuerte porque la persona debajo de las capas cambiará.”
Antes de despedirme, te quiero compartir lo que Lauren Neufeld escribió en su post mas reciente
“En un mundo de videos de treinta segundos, anhelo el arte lento. Quiero dedicar horas, una semana o un mes a una obra. No apresurar la relación ni avanzar demasiado rápido una vez terminada, sino llegar a conocerla y comprenderla con el tiempo. Invitándolo a formar parte de mí.”
Al leer esto, me sentí vista. A veces me encuentro con preguntas que vienen de un lugar de ansiedad y miedo…
“Será que lo único que me toca hacer como artista, es rendirme a lo que está en ‘Tendencia’ para lograr ser vista?”
“¿Será que mi ritmo y mis letras no tienen espacio para la sociedad tan veloz en la que vivimos que se siente satisfecha al oír canciones sin alma?”
“¿Será que nadie se va a dar el tiempo para leer mis cartas porque prefieren ver los videos express de Tik Tok o instagram?”
Luego entro aquí a Substack y encuentro calma. Me siento en comunidad, me siento vista y arropada. Lo mejor de todo es que encuentro a más artistas que prefieren el arte lento.
Así que este momento en el que estoy escribiendo esto, es ese momento otoñal en el que me siento envuelta en lo acogedor de mi espacio, de mi cuidado.
Quizá en temas de salud, familia y carrera no todo está “resuelto” y hay muchas tormentas que revuelven las hojas otoñales de mi vida. Pero este momento es todo lo que amo.
Una de las preguntas que vienen en el libro de “Slowing” dice:
Escribe lo que este momento significa para tí.
Este momento en el que estoy sentada en el piso en silencio con mi matcha, y Benni a mi lado simboliza mi pausa. Mi “vuelta a casa”. No hay mañana, no hay ayer. Apruebo mi vida tal y como es ahora.
Quizá este momento se vaya a desvanecer y no puedo detener el tiempo, pero puedo capturarlo en estas palabras y es prácticamente lo mismo.
Love
Clau ♡
Thank you for sharing your story—and your lovely words about Slowing. 💙